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La grana cochinilla le da vida a las prendas típicas ¿Pero qué es?

Alejandra López Martínez

En el amplio universo de la naturaleza, a menudo hay tesoros escondidos que aportan valor histórico y cultural a la sociedad, como lo es la Grana Cochinilla. De acuerdo a un artículo publicado por el sitio web de Divulgación Científica de la UNAM menciona que “es un colorante natural de origen prehispánico que se convirtió en un producto internacional. Fue el más exportado de la Nueva España durante el siglo XVI, después del oro y la plata”. 

En ese mismo artículo, menciona que la hembra de esta especie, sólo vive tres meses, produce ácido carmínico, un colorante utilizado como mecanismo defensivo contra depredadores como las hormigas. En contraste, el macho, tiene un periodo de vida mucho más corto, solo una semana, ya que su único propósito es reproducirse antes de morir. 

Además refiere que el pequeño insecto del que se extrae el pigmento es identificado científicamente como Dactylopius coccus. Sin embargo, en diferentes lenguas tiene otros nombres; por ejemplo, en náhuatl se le llamaba nocheztli que se traduce como "sangre de nopal", y en mixteco ndukun, que significa "insecto sangre”.

 

Mientras que la información publicada en el sitio de Gobierno de México señala que “en tiempos prehispánicos, en lo que actualmente es Oaxaca, los mixtecos, desarrollaron un método de crianza de un insecto parasitario del nopal para obtener un pigmento rojo, cuya intensidad le permitió ingresar al mundo mágico de los símbolos sagrados. Los indígenas la llamaban nocheztli “sangre de tuna” y era uno de los tributos que los aztecas exigían a este pueblo dominado por ellos”. 

Es interesante notar que estas cochinillas aún se pueden encontrar en los cultivos de nopales que hay en la región, incluso hay quienes tienen cultivos especialmente para obtener la grana, perpetuando así una práctica ancestral que sigue siendo relevante en la actualidad ¿pero qué la hace tan especial? Su pigmento rojo intenso y duradero es altamente valorado en la fabricación de tintes naturales, que le dan el toque especial a las prendas típicas de Oaxaca, como los huipiles, rebozos, así como los tapetes tradicionales. 

En este contexto, las prendas deben ser apreciadas no solo por sus colores, sino también por el arduo trabajo que implica su elaboración. La obtención de tintes requiere varios meses de cultivo para alcanzar la cantidad deseada, y la selección cuidadosa de la cochinilla adecuada es crucial para obtener un resultado de calidad, 

 

 

Es así como la técnica de teñido con Grana Cochinilla es una práctica ancestral que ha sido transmitida de generación en generación en las comunidades indígenas de Oaxaca. Además su uso sostenible y respetuoso con el medio ambiente también lo convierte en una opción atractiva para aquellos que buscan textiles auténticos y conscientes. Algunas comunidades que utilizan estos colores naturales son Teotitlán del Valle o Santa Ana del Valle. Así que cuando visites Oaxaca atrévete a recorrer los talleres de los artesanos de estas comunidades seguramente vivirás una experiencia memorable.